Google ha cerrado un acuerdo multimillonario con Samsung para asegurar que Gemini venga preinstalada en dispositivos Galaxy. El contrato incluye pagos mensuales fijos y un porcentaje de los ingresos publicitarios generados por la app de inteligencia artificial. La información fue revelada en el juicio antimonopolio que enfrenta Google en Washington, donde el Departamento de Justicia busca romper su posición dominante en los mercados de búsqueda y publicidad.

De acuerdo con Bloomberg, el acuerdo de dos años comenzó en enero y contempla un pago mensual por cada dispositivo de Samsung que incluya Gemini de forma predeterminada. Peter Fitzgerald, vicepresidente de plataformas y asociaciones de dispositivos en Google, testificó que Samsung también recibirá una porción de los ingresos publicitarios derivados del uso de Gemini.

En su testimonio, Fitzgerald confirmó que Samsung recibió ofertas de Microsoft, Meta y OpenAI para incorporar sus aplicaciones de IA en los Galaxy. Pese a ello, la surcoreana optó por el acuerdo con Google, aunque mantiene la libertad de incluir servicios alternativos de inteligencia artificial si así lo desea. Aunque los montos específicos no fueron revelados, la fiscalía describió las sumas como “enormes” durante la apertura del juicio.

El Departamento de Justicia ahora busca una orden judicial que prohíba este tipo de pagos a fabricantes para establecer a Google como opción predeterminada, lo que afectaría tanto a su motor de búsqueda como a aplicaciones de IA como Gemini. Los fiscales argumentan que la posición dominante de Google en el mercado de búsquedas ha facilitado su expansión hacia nuevas tecnologías, incluida la inteligencia artificial.

El pacto entre ambas compañías también vino acompañado de modificaciones al acuerdo de búsqueda. A partir de este mes, Samsung ya no está obligada a preinstalar exclusivamente la app de Google ni su asistente personal.

Google rechazó una alianza con OpenAI

Durante el juicio también se reveló que OpenAI intentó sin éxito formar una alianza con Google para integrar su tecnología de búsqueda en ChatGPT. Nick Turley, jefe de producto de ChatGPT, declaró que su equipo contactó a Google tras enfrentar problemas con su proveedor actual, sin especificar que se trataba de Bing. La empresa buscaba mejorar la capacidad de ChatGPT para entregar respuestas precisas y actualizadas.

En un correo electrónico presentado como prueba, OpenAI expresó que contar con acceso a la API de Google permitiría ofrecer una experiencia superior a los usuarios. La solicitud se hizo en julio, pero Google la rechazó un mes después, argumentando preocupaciones por compartir su tecnología con varios competidores.

Turley también señaló que el acceso limitado a tecnología de búsqueda retrasa la evolución de ChatGPT, que aún está lejos de poder resolver la mayoría de las consultas sin asistencia externa. Según él, la inteligencia artificial necesita herramientas de búsqueda sólidas para ofrecer respuestas precisas y actuales, algo que Google se ha negado a proporcionar.

El juicio antimonopolio que se lleva a cabo en Washington podría representar un punto de quiebre para la tecnológica. El Departamento de Justicia pidió al juez que obligue a Alphabet a vender Chrome, ya que lo considera un punto de entrada clave a la Búsqueda de Google. Estados Unidos cree que desinvertir en el navegador o compartir los datos de búsqueda permitiría restablecer la competencia en el mercado.

"Este es el momento para que el tribunal le diga a Google y a todos los demás monopolistas que están escuchando —y están escuchando— que hay consecuencias cuando se violan las leyes antimonopolio", dijo el abogado David Dahlquist del Departamento de Justicia.